Elon Musk, ídolo de los emprendedores mentalidad de tiburón, se vuelve el hombre más rico del planeta.

Es invierno en el inicio del 2021. Naturalmente el frío es más cruento, los árboles tienen menos hojas y los billonarios son aún más ricos.

El empresario sudafricano Elon Musk, ídolo de multitudes de influencers que les gusta presumir su dinero con el por gusto posible ha alcanzado la cima en el ranking de Bloomberg Billionaires como el hombre más rico del mundo con una fortuna de 188,500 millones de dólares, rebasando así al Jefe de Santa Claus y dueño de Amazon: Jeff Bezzos.

Elon Musk, shitposter de mediana calidad, además es dueño de Tesla, el Kirby de los ingresos de la industria automotriz y Space X, la primera compañía en hacer uber espaciales para otros billlonarios cómo él.

Musk, además fundó PayPal y la vendió en su momento para poder financiar las dos anteriores.

Los días de juventud donde sabíamos sin temor a equivocarnos que Bill Gates era el más rico del planeta han terminado. El día en el que el ingeniero Carlos Slim pasó al quinto partido de los billonarios siendo el líder de los billonarios desde la comodidad del Loma Linda, es solo una anécdota.

La hazaña* de Elon Musk radica que ha diferencia de el 98% de la población de este planeta que puede decir con seguridad que el 2020 estuvo realmente jodido, él puede decir que SÍ fue su año al aumentar su patrimonio en 150,000 millones. “La creación de riqueza más rápida de la historia” según Bloomberg, quienes seguramente no han enfocado a su corresponsal en México en la eficiencia de la familia Sandoval-Ackerman.

Las acciones de Tesla han subido alrededor de 743% lo que ha generado este impresionante aumento de riqueza con el que tu amigo de EvoLife se emociona a pesar de no poseer ninguna.

Cabe destacar que los billonarios son un error en el sistema capitalista y que según el humano sintético Mark Zuckerberg: “Nadie debería tener tal cantidad de dinero”.

En la relación simbiotica que políticos y billonarios tienen, unos tienen poder político, derivado de que nosotros los votamos (excepto si eres plurinominal, tú sabes quien eres)  pero no dinero.  Los billonarios por su parte tienen dinero pero no poder político, porque nadie los escoge; lo cuál un defecto en el sistema, que le permite a los personajes con cantidades ilimitadas de dinero el poder irrumpir en nuestras instituciones y organizaciones sin que podamos hacer nada.

Para más información, hablamos sobre este tema en Avenida de Papel: